El flamenco es una de las manifestaciones culturales más importantes de España. Compuesto principalmente por cante, guitarra y baile, tiene su origen en el mestizaje ancestral de las culturas orientales, árabes, judías y cristianas de la España en la que surgió.

Su enorme valor artístico y su amplia difusión internacional le han llevado a ser declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO.

Madrid, por su sentido de la vida y del arte, se enamoró del flamenco. La villa de Madrid tuvo un papel decisivo en su desarrollo. Por la Puerta de Toledo venían los andaluces a trabajar y vivir en Madrid. Por las noches se reunían en las tabernas a cantar, tocar y bailar, y así los madrileños se enamoraron del flamenco. Si Andalucía fue la madre, Madrid fue la comadrona. Madrid se llenó de cafés cantantes en el siglo XIX y de tablaos flamencos en el siglo XX. Estos últimos fueron fundamentales en el desarrollo del arte flamenco en Madrid, acogiendo a artistas como Camarón, Enrique Morente, Mario Maya, la Paquera de Jerez, Tomatito, Terremoto y muchos más. También Madrid sacaba a hombros a bailaores como Antonio Gades, Antonio Ruiz Soler, Manuela Carrasco o El Güito.

Todo eso ha hecho de nuestra ciudad el lugar en el que se han encontrado los artistas flamencos de toda España, y el principal escaparate para su proyección internacional